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El desfile secreto de la llanura: la avutarda común se deja ver en La Mancha

Avutarda

Durante años, lo intentó sin éxito. Pero hoy (21-04-2025), sin escondites ni grandes preparativos, la naturaleza me regaló una escena única. En plena llanura manchega, me pude acercar lo suficiente para capturar a una de las aves más esquivas y espectaculares de la fauna ibérica: la avutarda común, en pleno cortejo.

La imagen es poderosa: un macho erguido, con su plumaje desplegado, orgulloso, dominando el paisaje. No es una escena fácil de presenciar. La avutarda común (Otis tarda), considerada el ave voladora más pesada de Europa, se caracteriza tanto por su majestuosa presencia como por su extrema cautela ante el ser humano.

Una joya de las estepas ibéricas

Con una envergadura que puede superar los 2,5 metros y un peso de hasta 18 kilos en los machos, la avutarda es un símbolo de la fauna esteparia peninsular. Se distribuye principalmente por Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, aunque también se encuentra en algunos países del este de Europa y Asia central.

Su hábitat preferido son las zonas abiertas, agrícolas y de escasa vegetación, donde pueden detectar a larga distancia cualquier amenaza. Por eso, acercarse a ellas sin un «hide» —una estructura camuflada usada por fotógrafos de naturaleza— resulta casi imposible. De ahí la emoción del autor de la fotografía, que logró retratarla por azar y sin alterar su comportamiento natural.

El cortejo: una danza silenciosa en los campos

La escena captada tiene lugar en uno de los momentos más impresionantes del ciclo vital de esta especie: el cortejo. Durante la primavera, los machos se agrupan en zonas llamadas leks para realizar una exhibición que roza lo teatral. Inflan sus plumas, retraen la cabeza, expanden su cola en abanico y realizan movimientos lentos y ceremoniosos, buscando atraer la atención de las hembras.

Este espectáculo natural no solo es visualmente impactante, sino también vital para la conservación de la especie, pues la reproducción es uno de sus puntos más delicados. Las avutardas tienen un ritmo reproductivo lento y las tasas de éxito de anidación son bajas, lo que agrava aún más su vulnerabilidad.

Una especie amenazada y protegida

La avutarda está catalogada como “vulnerable” en el Libro Rojo de las Aves de España. Entre sus principales amenazas destacan la transformación del medio agrícola tradicional, los tendidos eléctricos —con los que colisionan con frecuencia—, la fragmentación del hábitat y la alteración provocada por actividades humanas.

Gracias a programas de conservación, se han implementado medidas como el soterramiento de cables, la protección de zonas de cría y la limitación del acceso humano a áreas sensibles durante la época de reproducción. Pero sigue siendo una especie que requiere vigilancia y sensibilidad.

Más allá del objetivo: una llamada a la contemplación respetuosa

La historia detrás de esta imagen nos recuerda algo fundamental: la naturaleza no siempre se deja ver cuando uno la busca, pero a veces se revela cuando menos lo esperamos. No es solo una cuestión de paciencia o técnica, sino de respeto, presencia y suerte.

El autor de la fotografía lo expresa con sencillez y emoción: “Hoy me hace especial ilusión compartir estas fotos… Estas aves son esquivas y es difícil acercarse sin un hide. Pero hoy, por casualidad, las he visto en pleno cortejo y no me han prestado demasiada atención”.

Una escena íntima en un paisaje inmenso. Una danza milenaria en medio del silencio manchego. Y una fotografía que no solo captura una imagen, sino también un instante irrepetible en la vida de uno de los tesoros alados de nuestro país.

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