Mañana de Carraca Europea hoy por los campos de Las Pedroñeras..
Carraca europea
Coracias garrulus
El rasgo distintivo más característico de la carraca, ave mediana de aspecto robusto y fuerte pico, es sin lugar a dudas su colorido plumaje, de tonos azules y acastañados. Migradora y de hábitos insectívoros, en nuestro país aparece bien entrada la primavera, cuando instala su nido en todo tipo de oquedades. La pérdida de hábitat por la intensificación agrícola y el uso de plaguicidas han causado una drástica disminución de la especie en buena parte de Europa y un descenso preocupante en las poblaciones ibéricas.
Al igual que sucede en toda su área de distribución, la presencia de este coraciforme en nuestro territorio resulta bastante fragmentaria. En la Península, el Sistema Ibérico sirve de línea divisoria para determinar las dos grandes áreas de ocupación. De una parte, un núcleo poblacional se asienta en el sur de Huesca, Lleida y Tarragona. De otra, la distribución más meridional se reparte por el sur de Castilla y León, Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, el interior de Andalucía, región de Murcia y sur de Valencia. Falta en ambos archipiélagos y en los territorios norteafricanos.
En nuestro país, es difícil conocer con exactitud la evolución de las poblaciones de carraca europea en los últimos años, ya que no existen censos globales. Sin embargo, en algunas regiones se han detectado descensos llamativos en el número de parejas reproductoras, y la sensación en la mayor parte de nuestro territorio es la de un considerable enrarecimiento de la especie. Por ejemplo, en Madrid se constató en 2016 que la especie había desparecido de 26 cuadrículas UTM con respecto a la distribución hace 25 años. En Extremadura, el número de cuadrículas ocupadas pasó de 180 en 1990 a 36 en 2019. En la Hoya de Guadix (Granada), se ha constatado la desaparición de la especie como reproductora en tan sólo 10 años.
Hábitat
La carraca europea se decanta por áreas más bien abiertas, con cultivos, campiñas, pastizales de ganado y arbolado disperso. Así, suele instalarse en dehesas, pinares y alcornocales aclarados, sotos próximos a áreas cultivadas y paisajes agrarios en mosaico. Escasea o falta por completo en regiones muy áridas o desarboladas, así como en el interior de bosques densos. Su abundancia parece relacionarse con la existencia de lugares apropiados para nidificar.
De dieta básicamente insectívora, captura una gran variedad de invertebrados voladores (escarabajos, libélulas, etc.), además de otros grandes invertebrados terrestres, como saltamontes, grillos y escolopendras. Ocasionalmente puede consumir algunos pequeños vertebrados, como lagartijas, culebras y ratones, a los que da muerte con su recio pico.
La carraca europea ha sido incluida en el Libro Rojo de las aves de España 2021 en la categoría de EN – En Peligro, y su nombre aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Estudios locales en las comunidades que tradicionalmente sustentaban el grueso de la población, como son Andalucía y Extremadura, apuntan a que las poblaciones de carraca europea están experimentando un marcado descenso.
El principal problema para la conservación de esta ave se relaciona con la pérdida de hábitat como consecuencia de la intensificación agrícola, los cambios de cultivo, la desaparición de lindes arboladas y el progresivo deterioro de construcciones rurales apropiadas para la instalación del nido. Por otra parte, el uso masivo de insecticidas afecta a la disponibilidad de presas y puede provocar intoxicaciones. También son frecuentes los accidentes en tendidos eléctricos y los atropellos. Finalmente, se reportan importantes cantidades de ejemplares abatidos por caza en lugares de invernada en África. Es probable que se capture ilegalmente para venderlo como animal exótico.
Las medidas para su conservación pasan por el mantenimiento de la agricultura tradicional y la ganadería extensiva, el control sobre el uso de plaguicidas y el mantenimiento del arbolado. Asimismo, es necesario profundizar en la biología del ave y en su problemática. En todo caso, se han experimentado con éxito métodos sencillos de manejo, como la instalación de cajas nido en zonas donde escasean los emplazamientos para reproducirse, una iniciativa de gestión que debería tenerse en cuenta en todo el territorio. En todo caso, sería deseable revisar su catalogación estatal y declararla “En Peligro de Extinción”, ya que esto desencadenaría una serie de mecanismos legales que obligarían a la elaboración de planes estatales y autonómicos de conservación y recuperación y a la liberación de fondos para su ejecución.